Rubio aseguró que «parece que ya apenas llegan residuos fecales
a la playa». De hecho el jueves las dos embarcaciones de la
Conselleria balear de Medi Ambient que trabajan en las labores de
limpieza sólo recogieron 10 kilos de materia orgánica, lo que
supone un considerable descenso con respecto al miércoles, en el
que se extrajeron 500 kilos de residuos fecales mezclados con otro
tipo de elementos.
Técnicos de la Conselleria de Salut i Consum, y representantes
de la conselleria de Medi Ambient y del Consistorio de Eivissa se
reunieron ayer por la mañana para analizar la situación. Entre
ellos asistió el director general de Calidad Ambiental y Litoral
del Govern, Ventura Blach, que se interesó por conocer los posibles
orígenes de los vertidos y las medidas que se estaban adoptando al
respecto.
El problema se detectó el pasado miércoles cuando los
socorristas de la Cruz Roja pusieron en conocimiento de la
administración municipal que había residuos fecales en el agua. En
principio, se achacaron los vertidos a una avería en la estación de
bombeo de la zona que se había producido el martes y que habría
provocado que una cantidad, no determinada, de aguas fecales fuera
a parar a través del emisario al mar. Este primer día, ya se
tomaron muestras de agua, se realizaron tareas de limpieza y se
decidió cerrar por una horas parte de la playa de ses Figueretes.
El jueves, al continuar la presencia de residuos en el agua, la
Conselleria de Salut y el Consistorio decidieron cerrar toda la
playa.
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