El empresario es un habitual de la isla.

Al ritmo de un buen flamenquito se despertó ayer por la mañana el empresario Fernando Fernández Tapias. Salir a cubierta y en bañador, y mirar a sus vecinos del puerto de la Marina desde su privilegiado balcón fue lo que hizo el magnate antes de que los motores del yate emprendieran un nuevo destino en aguas pitiusas.
Acompañado de su mujer, Nuria Fernández, y de su bebé de tan sólo unos meses, Tapias lleva alrededor de una semana navegando por el Mediterráneo alternando varios invitados a bordo.
A Nuria Fernández se la pudo ver el otro día bajando de la embarcación junto a su madre mientras que el empresario, telas colgadas delante para lograr un poco de privacidad debido a la cantidad de gente que le esperaba en pleno puerto, decidió quedarse con sus invitados en la parte trasera (popa) del megayate para compartir un vermut junto a sus exclusivos invitados.
El vice presidente del Real Madrid dispone a su servicio de una tripulación compuesta por más de diez trabajadores que se ocupan del constante mantenimiento y transporte de la nave mientras que él y su familia lo alcanzan por vía aérea allí donde le apetezca navegar. Ses Salines y Formentera son dos de los espacios naturales en los que le gusta pasar las tardes, siempre embarcado y bien alejado de la playa disponiendo a bordo de lujos y comodidades inimaginables. Eso sí, un buen chapuzón desde cubierta siempre refresca a Tapias cuando aprieta el calor. L.A.