El Vaticano ha nombrado a Agustín Cortés Soriano obispo de la nueva diócesis de Sant Feliu de Llobregat, que aún se ha de erigir ya que se trata de una de las tres diócesis creadas tras el desmembramiento de la archidiócesis de Barcelona.

Cortes Soriano, que ejercerá como administrador diocesano en las Pitiüses hasta su nombramiento como obispo en Sant Feliu, aseguró ayer que dejará Eivissa «con mucho dolor y sentimiento». Poco después de conocer oficialmente su nombramiento para poner en marcha una diócesis nueva, el obispo compareció ante los medios de comunicación para despedirse.

De su etapa en las Pitiüses, donde se ha encargado de la diócesis en los últimos seis años y tres meses, afirmó que le queda la sensación «de no haber realizado todo lo que debería», ya que estaba con muchos proyectos pendientes para las Pitiüses pero con este cambio «no ha podido ser». El hasta ahora obispo de las Pitiüses expresó su agradecimiento «al pueblo de Eivissa que me ha acogido siempre tan cordialmente».

El balance de su paso por las Pitiüses, desde el punto de vista personal, ha sido «muy positivo, la época de Eivissa es de una grandísima riqueza personal y espiritual». Además, recordó que en esta etapa ha sido continuista donde «se han consolidado tareas y proyectos que venían dados de obispos anteriores», como monseñor Javier Salinas.

Cortés Soriano, valenciano de nacimiento, aún tardará un par de meses, como mínimo, en trasladarse hasta Sant Feliu donde hasta ahora no hay obispado «ni catedral, ni sede y hay que crear conciencia de comunidad diocesana» con lo que hay que montar la infraestructura necesaria.

Sin embargo, el nombramiento del sucesor de Cortés para la Diócesis de Eivissa tardará más tiempo ya que su traslado a Sant Feliu «ha sido una decisión rápida».

Mientras se desarrolla todo este proceso, la diócesis de Eivissa funcionará con un administrador diocesano, elegido por el colegio de consultores que son los capellanes de la diócesis, o por un administrador apostólico «que podría ser el obispo y eso depende de la voluntad de Roma, pero creo que tardará un poco», explicó Cortés.