La consellera balear d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, justificó ayer ante el Parlament que la ampliación de la carretera de Sant Antoni es un «proyecto muy bueno y muy caro para mejorar la calidad de vida de los ibicencos». La consellera recordó ayer en el Parlament que la carretera es tan cara porque sólo la construcción del túnel de Sant Rafel, de 1,4 kilómetros de longitud, con un coste de casi 30 millones de euros, absorbe casi la mitad del presupuesto de ejecución de la obra.

Cabrer recalcó que con esta obra «reducimos la superficie afectada y mejoramos la calidad de vida en Sant Rafel». «Quizá a ustedes no les gusta que mejoremos la calidad de vida en Sant Rafel, pero nosotros creemos que esta obra es la que merecen los ciudadanos de Eivissa», dijo. La consellera respondió así a una pregunta formulada por el diputado ibicenco Joan Boned, del PSOE, para conocer cómo piensa financiar el Govern el coste de la obra, presupuestado en 102 millones de euros (17.000 millones de pesetas), cuando en el convenio estatal de carreteras sólo figura una partida de 4,7 millones.

«Siempre han costado más del doble y el triple de lo que estaba presupuestado en el convenio y nunca ha habido ningún problema», indicó Cabrer, que sacó a colación el ejemplo de Canarias, donde el Gobierno ha financiado hasta la fecha «150.000 millones de pesetas en carreteras y en proyecto hay 356 kilómetros de autovía más». «Allí pasa lo mismo, el Gobierno financia las obras aunque cuesten el triple», subrayó.

Por su parte, el diputado socialista criticó la falta de criterio del Govern a la hora de emprender la ampliación de la red viaria. Recordó que primero se dijo que la carretera de Sant Antoni tendría un coste de 72 millones de euros, luego se pasó a 36 millones, 67 millones y finalmente a 102. «Esto es un ejemplo de que trabajan improvisando y sin un criterio claro», aseguró Boned.

Por último, la consellera expresó su confianza de que el Minsiterio de Fomento no ponga impedimento alguno a la financiación de la obra: «De momento las declaraciones de los ministros son muy satisfactorias. Jordi Sevilla [administración pública] dijo que se respetaría el convenio y que las carreteras de Balears llevan muchos años olvidadas y la ministra de Fomento que sólo cambiaría el convenió si así lo solicitaba la comunidad autónoma».