Escena del rodaje en la isla. La actriz ibicenca, Tita Planells y Carlos Poyals.

D espués de su segundo día de emisión, parece que las cosas se están complicando para la serie 'Diez en Ibiza'. Así lo dicen las audiencias, y éstas, en el mundo televisivo son las que mandan. Y si se hace caso a las palabras que en su momento dijo el director Germán Àlvarez, «lo más importante para un producto es la curva de audiencia», se puede comprobar que en ellas está encerrada la verdad y la continuidad de la serie en la parrilla.

Después del segundo capítulo titulado 'Conspiración a bordo' entre el equipo de artistas y de producción, y la ficha técnica de la serie, los humos tienen que andar un poco revueltos porque de un share del 19,9% con el estreno se ha pasado a un 16,2%, un descenso bastante importante si se tiene en cuenta que son los primeros pasos del camino. Siguiendo el estudio comparativo en el ranking de audiencia, de los dos únicos capítulos se han perdido alrededor de medio millón de espectadores, que lo más seguro es que se decantasen por 'El señor de los anillos' o siguiesen fieles a 'CSI', serie que consiguió un 23.9% de share, frente al 32.7% del Peliculón de Antena 3, la ganadora indiscutible de la noche de ayer.

Con el 'cabreo' que cogió el equipo por la larga listra de publicidad que le metieron, TVE se ha enmendado en su error y durante la primera media hora de emisión no se metió ningún corte publicitario. Pero, pese a todo ello, el resultado no está siendo del todo óptimo y, ni la eliminación de los cortes de publicidad ni del espacio dedicado a la campaña electoral, están dando los resultados esperados. La serie 'Diez en Ibiza' no está cumpliendo las expectativas del director, y como la cosa continúe así, el futuro que se le augura es bastante mediocre y su duración en antena pende de un hilo y no se sabe todavía a ciencia cierta cuál será su continuidad. Igual, en el siguiente capítulo la audiencia decide darle una nueva oportunidad C.V.