Los niños observaban atentos e ilusionados el espectáculo «A2».

C on unas cuerdas que servían de guía y de la que se cogían los niños para que no se desperdigaran o se perdieran, llegaron a Can Ventosa los escolares de ocho colegios ibicencos para disfrutar durante una hora de las gracias y aventuras de dos payasos venidos de Catalunya. La llegada de tal multitud produjo tal guirigay que se tardó bastante en sentarlos. Can Ventosa se inundó de alegría y optimismo.
Fue tan grande el éxito de acogida entre los colegios que el cupo de actuaciones prevista se amplió de un día a dos, realizando finalmente en lugar de dos, tres actuaciones.
Los colegios que asistieron en dos turnos ayer a la representación son: Sa Bodega, Jesús, Morna Internacional College, Verge de les Neus, Sant Ciriac, Cervantes y Puig D'en Valls.
En «A2», que así es como se llama la obra, los dos actores utilizan números realizados en anteriores espectáculos pero con una nueva cara. Son dos payasos que quieren hipnotizar una serpiente, que interactúan con los niños con el juego de adivinar cuántas sillas hay en el escenario, que reciclan cajas de cartón y juegan al chapa-chapa.
Los payasos Óscar Rodríguez y Joan Busquets, miembros de la compañía «Ínfima La Puça» llevan más de veinte años dedicados al teatro infantil, y para Rafael Oliver, productor de la gira de teatro infantil en Can Ventosa, «es una obra muy recomendada para los peques porque aporta valores para la educación». Él mismo reconoce que «no es fácil encontrar buenas obras para este sector de público y para que una obra tenga éxito se tiene que hacer una cosa muy simple y que conecte».
Por su parte, Irene Juan, profesora del colegio Sant Ciriac de Santa Eulària, cree que hacer reír a los niños de estas edades «no es fácil porque son muy sinceros», y que traerles al teatro «es una manera de poderles enseñar muchas cosas. Y si ellos lo aceptan, y les gusta, se tiene un camino ganado, ya que si ellos se ríen es de verdad, no como los mayores que, si lo hacen, muchas veces es para quedar bien».
Los escolares acuden al teatro de una a dos veces al años « siempre que al colegio se le ofertan obras en catalán», comenta Inma Díaz, profesora también de Sant Ciriac, y para la que es complicado que todos los niños lo pasen bien y se rían, «porque hay niños de diferentes edades y conectar con todos es difícil». Difícil pero provechoso.
C.V