Durante esta semana, las mañanas del centro de Formación Ocupacional de la Consellería de Treball i Formació olerán a comida recién horneada, un aroma que recorre los pasillos del instituto y se va volviendo intenso hasta alcanzar las aulas del curso de hostelería y restauración en el que 16 alumnos aprenden el arte de la repostería salada.
La asignatura que tiene como profesor al jefe de cocina de la Escuela de Hostelería de Palma de Mallorca, que hasta el próximo viernes enseñará los secretos y las diferentes variantes de esta rama de la pastelería.

Coca, cucarroi, pan inglés y distintos tipo de canapés son algunas de las recetas que los asistentes, todos trabajadores activos del mundo de la cocina en Eivissa, aprenderán desde las 9,00 hasta las 13,30 horas. Un calendario indicado para estos profesionales del sector porque les permite coordinar sus horarios laborales con este curso de aprendizaje.
«Vamos a hacer un poco de todo, y por supuesto, aprenderemos la pastelería típica de las islas, como puede ser la coca y ecucarroi», aseguró Juan Romero, quien desde hace cinco años imparte cursos de hostelería y que ya a venido a Eivissa en otras ocasiones a compartir sus conocimientos. «Hemos venido otras veces y hemos estado enseñando en este mismo instituto a niños pequeños de 6 a 12 años».

Para Romero, los alumnos reciben muy bien sus consejos y enseñanzas y, aunque reconoce que algunos disponen de un poco de base de conocimiento sobre este tema, le quita toda idea de dificultad porque, después de todo, sólo «se trata del pan, que no es una ciencia exacta».
Mari Carmen Mejías fue una de las aprendices que aprovechó su día libre para asistir a la primera clase. Cocinera de la Policlínica, su trabajo consiste en «cumplir con los menús especiales recetados para cada paciente». Si bien es la primera vez que asiste a un curso de formación profesional, su experiencia la ha llevado trabajar con niños antes que enfermos. También estaban María José García y Rodolfo Laguzza, del 'Hostal El Parque', que han decidido «ensanchar» sus conocimientos aprendiendo a hornear distintos tipos de masa.
Según el profesor Juan Romero, es importante para las islas tener personas capacitadas en la cocina porque «tenemos que contar con gente que sepa para que el sector vaya bien».

El curso de repostería salada es el primero de un ciclo educativo de formación que la Escuela de Hostelería impartirá durante los próximos meses, semana a semana. Se trata de 20 horas de formación para cada una de las asignaturas que ahondarán en la práctica de este arte culinario. Para la próxima semana, el cupo de inscripción está abierto para el curso de decoración y diseño de restaurantes. L. A.