A partir de hoy la Unión Europea pasa a tener 25 miembros. Las 10 nuevas adhesiones (Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Malta, Chipre, República Checa y Hungría) supondrán grandes cambios, algunos negativos. Sin embargo, Fernando de Francisco, director gerente del Centre Balears Europa (un consorcio creado en Balears para fomentar el conocimiento y los intercambios con la UE), considera que las ventajas de la ampliación para Eivissa «son mucho más numerosas que las pegas».

Cosas a favor
De Francisco asegura que a partir de hoy la población de la UE pasa a ser de 450 millones de habitantes, más de EEUU y Rusia juntos. «Las economías de los 10 nuevos países van a crecer y permitirán a sus habitantes viajar más y uno de los destinos serán las Pitiüses», asegura y remarca que «favorecerá la desestacionalización». A los empresarios de las Pitiüses se les abre un nuevo mercado de 80 millones de posibles compradores. «Hay que invertir en esos países», recomienda. Aunque reconoce que estos mismos países van a absorber ahora más turistas europeos cree que los hoteleros pitiusos deben aprovecharlo e invertir allí.

«Bruselas está a pocas horas de viaje y hay que evitar la imagen de que Europa está lejos y darse cuenta de que Balears son la verdadera Europa, ya que las Islas llevan años conviviendo con ciudadanos europeos y mucho más en Eivissa donde la convivencia es anterior que en Mallorca», señala De Francisco que está convencido de que las Pitiüses «son un ejemplo de lo que tiene que ser Europa: unidad en la diversidad».

En contra
El principal es la retirada de Fondos de Cohesión a España a partir de 2007, cuando pasarán a los países del Este. Sin embargo, «esto no afectará mucho a Balears, que no es receptora de este tipo de fondos», señala el director de CBE. Otro tipo de subvenciones europeas (a empresas, a estudiantes) están garantizadas. «Aunque no hubiese habido ampliación el crecimiento económico de España supondría cada vez menos fondos», matiza de Fernando de Francisco. Otro inconveniente es que la mano de obra de los nuevos países es hasta ocho veces más barata que la española por lo que algunas empresas se irán del país.