La Plataforma antiautopista y la Asociación de Vecinos de Sant
Rafel rechazan tajantemente el nuevo proyecto de ampliación de la
carretera de Sant Antoni redactado por los técnicos de la
Conselleria d'Obres Públiques. Los dos colectivos coinciden en que
este proyecto es prácticamente idéntico al anterior, el que impulsó
la creación del movimiento ciudadano de protesta que hasta la fecha
ha recogido más de 11.000 firmas de apoyo.
El proyecto prevé el desdoblamiento de la vía hasta ses Païsses,
con un amplitud de la calzada de 37 metros, la construcción de
siete enlaces (intersecciones a distinto nivel), una rotonda en ses
Païsses y un túnel de 1,3 kilómetros a la altura de Sant Rafel.
Toda esta obra tendrá un coste aproximado de 67 millones de euros
(más de 11.150 millones de pesetas).
La Asociación de Vecinos de Can Bonet también piensa que el
proyecto es «un poco exagerado», aunque entiende la necesidad de
«arreglar la carretera». «Si queremos progresar hay que mejorar las
carreteras», indicó el presidente del colectivo de vecinos de Can
Bonet, Joan Costa, después de reunirse con el presidente del
Consell, Pere Palau, y el equipo redactor del proyecto en la sede
de la institución.
Por su parte, la Plataforma antiautopista, cuyos representantes
también participaron en esta reunión, indicaron que no ha cambiado
nada respecto al proyecto inicial. «Hemos visto lo mismo de lo que
veníamos quejándonos. Nuestro temor de que realmente se quisiera
hacer una autopista se ha confirmado», dijo, Juanjo Cardona,
portavoz de la Plataforma.
Los antiautopista insisten en que hay que plantear si realmente
es necesaria la ampliación de la carretera y proponen actuaciones
puntuales para resolver los problemas que afectan actualmente a la
carretera.
A la Asociación de Vecinos de Sant Rafel tampoco le gustó nada
lo que vio sobre los planos. «No nos satisface. No es lo que
pedimos», indicó Joan Planells, uno de los componentes de la Junta
Directiva. «Preferiríamos que no hubiera desdoblamiento, pero eso
parece imposible», apuntó. La asociación sí acepta, en cambio, el
túnel previsto, siempre y cuando se mantengan las entradas y
salidas actuales del pueblo para «mantener el circuito del autobús
y la actividad comercial».
Por su parte, el alcalde de Sant Antoni, José Sala, ve con
buenos ojos el nuevo proyecto, pero, al igual que el presidente
Palau, mantiene que hay que reducir al máximo su impacto. «Estamos
dispuestos a admitir todo lo que se pida y no impida su
financiación», subrayó en alusión a los criterios que debe seguir
el proyecto para garantizar la inversión del Estado. Sala informó
de que el Consell también ha pedido la urbanización de la travesía
de Sant Rafel (interior) y una solución al problema del tráfico de
la carretera que conecta Ses Païsses con la bahía a la altura del
SYP.
Los dos colectivos coinciden en que este proyecto es
prácticamente idéntico al anterior, el que impulsó la creación del
movimiento ciudadano de protesta que hasta la fecha ha recogido más
de 11.000 firmas de apoyo.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.