«Siempre he dicho que el interés público de los vuelos no era una panacea; la libre concurrencia a veces es más favorable, pero ahora tenemos lo que tenemos porque ha habido una presión popular y política y, por tanto, hay que ceñirse a este acuerdo», con estas palabras expresó ayer el presidente del Consell, Pere Palau, su opinión sobre las críticas que está recibiendo la declaración de servicio público de los vuelos interislas, rubricada por el propio Partido Popular.

Particulares (sobre todo desde que se produjo un nuevo aumento del precio de los billetes por encima del tope marcado en el acuerdo) e incluso Air Nostrum están molestos por el resultado final de la declaración. Así, la aerolínea filial de Iberia, aseguró haber sufrido importantes pérdidas durante el primer trimestre de 2004, cercanas a los 500.000 euros, a consecuencia de la aplicación de las obligaciones de Servicio Público.

La compañía no sólo se quejó por sus pérdidas, sino que se mostró partidaria de aumentar del 33 al 50 por ciento para los residentes pero rechazó «cualquier intento de reducción de la tarifa vigente de los trayectos interislas» porque una nueva rebaja supondría para la empresa unas importantes pérdidas que incluso condicionarían la viabilidad del servicio.