El PSOE apoya la idea planteada inicialmente por el Consell de vallar el tramo de las discotecas de la carretera de Sant Antoni para evitar la invasión de turistas en la calzada y poner fin así a una situación de peligro que ya se ha cobrado muchas víctimas mortales en accidentes de tráfico.

El partido socialista, sin embargo, insiste en que el problema de las discotecas no debe condicionar la reforma de la carretera, puesto que se trata de un problema urbanístico. «Los accesos son un problema urbanístico que compete al Ayuntamiento», sostiene el ex conseller de Carreteras y presidente de la Federación socialista de las Pitiüses, Vicent Tur. Para los socialistas hay una serie de problemas que no debe resolver la carretera: «El problema urbanístico de los accesos a la carretera, el cumplimiento del horario y los aforos de las discotecas y el transporte público», sostiene.

Por su parte, la consellera insular de Carreteras, Stella Matutes, se muestra dispuesta a negociarlo todo: los accesos a las discoteca, las vallas y lo que sea. Matutes tiene claro que las discotecas son un negocio legal, y como tal, «hay que respetarlo». La consellera asegura que las discotecas deben tener accesos adecuados tanto para los que van a la discoteca como los que van a trabajar e insiste en que lo que pretende el Consell es lograr que «la carretera sea lo más segura posible».