«Ni un café me he tomado», comentaba ayer José Torres, nuevo conseller de Urbanismo y Turismo, al filo de la una de la tarde. Cargado con un montón de papeles, Torres salía de una reunión con el presidente del Consell, Pere Palau, en la que se hizo efectivo el traspaso de competencias que hasta ahora llevaba el presidente de la institución insular. «Tengo una ilusión tremenda y muchas ganas de trabajar», dijo.

Torres compartía ayer despacho provisional con Carmen Domínguez en la quinta planta del Consell, a la espera de que se haga una reestructuración , esta vez del edificio, y puedan disponer de sus propias salas de trabajo.