P udo dedicarse a lo que Oscar Wilde llamaba «el difícil arte de no hacer nada» y me refiero a Bertín Osborne, a quien dedico la página de esta semana. Nacido en el seno de una familia rica, distinguida y conocida, donde normalmente los de su clase se dedican a administrar sus cortijos, sus caballos y sus bocegas participando en la Feria de Abril, el Rocío, visten de nazarenos en la Semana Santa, montan a caballo, organizan fiestas camperas y se casan con otras de su clase.

Sin embargo, Bertín, en lugar de inclinarse por el toreo o esta vida de los de su misma condición social, eligió un camino diferente y difícil que fue el de ser cantante. Triunfó como cantante y como presentador de programas de televisión. Bertín está muy vinculado a la isla. Durante una Moda Adlib de finales de los setenta le invitamos durante una semana a la isla. Posteriormente siendo yo vicepresidente de la Sociedad Deportiva Ibiza y como siempre en deportes andábamos escasos de dinero, se me ocurrió hacer una serie de galas para recaudar fondos y en una de ellas pensé que sería interesante que actuase Bertín Osborne. Aceptó encantado, no cobró, únicamente le pagamos el hotel y el billete, estuvo encantado y fue un verdadero éxito de taquilla y llenamos eCasino de Ibiza lugar en el que fue la gala.

Físicamente Bertín es un hombre bien plantado, alto, fornido, atlético, que había practicado fútbol y también la equitación. Tiene una personalidad fuerte, es extraordinariamente simpático, y tiene esta cosa especial que tienen todos los andaluces de gracioso en su talante y es algo echado palante.

Estuvo encantado de participar en la gala. Posteriormente vino varios veranos en barcos diferentes con amigos, volvió también para otra Moda Adlib que se organizó en Marina Botafoch y siempre ha hablado muy bien de la isla.

Se casó naturalmente con otra de su clase, Sandra Domecq, uniéndose dos famosas dinastías andaluzas que son los Osborne y los Domecq. Posteriormente se separaron.

A su mujer Sandra, que creo que no ha estado nunca en la isla, la conocí y traté después de que se separase de Bertín en las Feria de Abril estando yo invitado por Cayetana de Alba. Venía todos los años a alguna cena en ePalacio de las Dueñas y coincidí con ella en varias casetas. Es una mujer bella que tiene clase y personalidad. Es muy elegante y muy discreta: ha sido una señora que ni antes ni después de su boda con Bertín le interesó salir en la prensa rosa, sino que ha llevado siempre una vida familiar apartada de la cosa popular tan en voga hoy en día.

Me imagino y me han comentado amistades comunes que hacían una pareja estupenda y verdaderamente, conociéndo a los dos habían nacido el uno para el otro a pesar de que al final la cosa no cuajó.

Actualmente atraviesa unos momentos difíciles por motivos de salud y desde aquí espero que los supere y que tenga una rápida recuperación.