L.F.A./G.R.
La reforma de la carretera de Sant Antoni fue ayer, como era previsible, uno de los temas centrales del mitin del PP en el hipódromo de Sant Rafel, en el que también se introdujo la polémica con ERC en la campaña pitiusa. El alcalde de Sant Antoni, José Sala, aseguró que «se está haciendo un enorme esfuerzo» para afectar lo menos posible a los terrenos colindantes. Aseguró que «se llegará a un consenso» y que «el proyecto recibirá el apoyo unánime de Sant Rafel y de toda Eivissa».

El presidente del Consell, Pere Palau, recordó que Tráfico «recomienda desdoblar las carreteras cuando su tráfico es superior a 10.000 vehículos por día y en la de Sant Antoni pasan 17.631 en un día de invierno y 26.231 en verano». «No es una autopista -remarcó- es un desdoblamiento». En ese momento un grupo de la plataforma antiautopista irrumpió en aplausos de protesta y abandonó la sala. Su presencia se esperaba más notoria (había tres guardias de seguridad) pero terminó siendo simbólica.