Profesionales del Clínico de Zaragoza, a la salida del hospital.

Desde las doce de la noche de anteayer, el equipo de coordinación de trasplantes del hospital Can Misses, integrado por el médico intensivista Eduardo Escudero y los enfermeros Moisés Ros y Ana Peromingo, está trabajando para llevar a buen término un proceso que empezó con la muerte cerebral de una persona y la posterior extracción multiorgánica de los dos riñones y el hígado para la donación.

La extracción de los riñones fue realizada por los servicios de urología y cirugía de Can Misses. Para el hígado, se desplazó un equipo del hospital Clínico de Zaragoza. El proceso culminó ayer por la tarde con la extracción de los riñones que partieron rumbo al hospital Son Dureta, órgano acreditado para hacer este tipo de trasplantes. El equipo que se desplazó desde Zaragoza partía con el hígado, conservado en una nevera, a las 17 horas de regreso al hospital Clínico. Dos horas más tarde, un avión trasladaba los riñones a Son Dureta. El tiempo juega un papel esencial, sobre todo en el hígado ya que se mantiene, como máximo, en buen estado unas 16 horas fuera del cuerpo humano. En el caso de los riñones, la conservación puede llegar a las 36 horas.

La extracción realizada ayer es la quinta que se realiza Can Misses desde que se acreditó el hospital para realizar las extracciones y la primera de este año. En este proceso intervienen la mayoría de los servicios del hospital: anestesista, análisis, internista, radiólogo., microbiología y nefrología. Ayer había más de 20 personas participando en este proceso.

Desde que se produce la muerte encefálica de la persona hasta que se realiza la extracción de órganos para la donación, se ha de hacer todo un proceso que pasa desde el mantenimiento del cuerpo hasta, lo más importante, el consentimiento familiar. «Hay que agradecerles que en un momento tan duro se pueda ejercer una labor tan solidaria y le agradecemos que se haga sin impedimento», relató ayer Escudero. De las cinco entrevistas familiares realizadas por el equipo de coordinación durante el año pasado, sólo hubo una negativa familiar. En Balears se efectuaron 32 extracciones el año pasado, de las que 26 correspondieron a Palma, 4 a Eivissa y dos a Menorca.