La 'Plataforma contra la autopista' consiguió movilizar ayer en su primera asamblea a más medio millar de vecinos de Sant Rafel para mostrar su rotunda oposición a la ampliación de la carretera de Sant Antoni. Durante el encuentro los diez integrantes elegidos para representar a la agrupación dieron a conocer a los presentes el contenido de un manifiesto en el que concretaron sus reivindicaciones. La plataforma destacó entre sus reclamaciones principales la de que el Consell les explique exactamente el proyecto en presencia de los políticos y de los técnicos responsables y que les den a conocer las razones por la que han optado por lo que buena parte de los vecinos consideran una autopista que va a «romper a la isla por la mitad». La agrupación aseguró que es «innecesaria y contraproducente» una obra de tal envergadura para un tramo de 12 kilómetros y explicó que si finalmente se hacen túneles serán peligrosísimos. Según los cálculos aportados, el ancho mínimo de la carretera tras la ampliación será de 50 metros, lo que significaría «tumbar muchos árboles, muchas paredes y casas», lo que implicaría que se vieran afectados muchos propietarios, además de los que verían expropiados sus terrenos. Según explicaron los miembros de la plataforma, la mejor opción es buscar soluciones puntuales para las zonas más conflictivas de la carretera, a la salida de las dos discotecas.