El concejal de la COP, Jaume Ferrer, señaló ayer que las acusaciones del alcalde de Formentera, Juanma Costa, y el concejal de Urbanismo, José Manuel Roig, son «una pataleta infantil» para enmascarar los problemas internos del tripartito que gobierna el Consistorio de Formentera.

Ferrer desmintió que cuando solicitó una licencia de obras para ampliar su vivienda ocupara un cargo público en el Ayuntamiento de Formentera, al que llegó en 2003, y que su relación con el Consorci Formentera Desenvolupament se produjo en diciembre de 2001, nueve meses después de haber solicitado la licencia. Asimismo, señaló que la prueba de que no se trataba de nada urgente ni con fines especulativos pese a que la licencia fue concedida en febrero, se recogió en mayo y las obras no se iniciaron hasta julio de 2001.

Respecto a su vinculación con el Consorci Formentera, Ferrer recordó que se produjo cuando ya habían saltado a la palestra otros nombres de candidatos que bien renunciaron, bien no fueron considerados idóneos para el cargo.

Lo que sí remarco el concejal de la oposición municipal es que «la rabieta infantil» está provocada porque la COP denunció públicamente que los concejales Vicent Costa y José Manuel Roig, además del alcalde, han hecho uso de sus cargos públicos para la obtención de licencias para la construcción de dos edificios de 36 viviendas «con un previsible uso especulativo».

El concejal de la COP incidió en el «nivel político y ético que exhibe el equipo de gobierno, ya que su estilo está marcado por el único recurso que dominan, la intoxicación de barra de bar, el enfrentamiento y la descalificación sin argumentos políticos», que Ferrer señaló «no es la correcta cuando uno representa una institución como el Ayuntamiento de Formentera». Para Jaume Ferrer, las declaraciones del alcalde y el concejal de Urbanismo pretenden «engañar y desviar las miradas de los ciudadanos de todos los problemas que acumulan a día de hoy».