El Govern ha decidido fijar unos valores máximos y mínimos de los amarres situados en puertos deportivos de Balears para luchar contra el fraude fiscal. La Conselleria d'Economia i Hisenda ha aprobado una instrucción, que ayer entró en vigor, que, por primera vez, hace una valoración de mercado de los amarres situados en puertos deportivos de Balears.

Hasta ahora, el Govern se había limitado a controlar las operaciones de compra-venta del mercado inmobiliario de Balears, pero no existía demasiada información sobre el sector náutico. El control sobre el mercado inmobiliaio se impulsó debido al excesivo desfase que había entre el valor catastral, que era el que en muchas ocasiones utilizaban los contribuyentes a la hora de declarar el montante de las operaciones, y el valor real de la compra-venta. Por este motivo se aprobaron distintas instrucciones, que han sido actualizadas varias veces, para aproximar el valor real y el valor declarado. En cambio, en las operaciones que afectaban a los amarres no existía ningún estudio que permitiese evaluar con cierta fiabilidad el valor de mercado de estos bienes inmobiliarios. El Govern, al igual que en viviendas y terrenos rústicos, aplica un 7 por ciento en concepto de impuesto de transmisiones patrimoniales por cada operación de compra-venta de amarres situados en puertos deportivos. Cuanto más declaren los contribuyentes, más ingresa el Govern. «No es que hayamos detectado un excesivo fraude fiscal en este tipo de operaciones, pero también es cierto que no había demasiada información sobre las operaciones que se realizaban en Balears», explicó Jorge Sainz de Baranda.

Según los parámetros establecidos por el Govern, que ya pueden ser consultados por los contribuyentes a través de internet, un amarre en Balears puede tener un valor que oscila entre los 4.207 euros hasta 1,6 millones de euros, en función del puerto deportivo en el que esté situado. Una vez evaluado el precio de mercado de los amarres, los contribuyentes que realicen operaciones de compra-venta en Balears no pueden declarar una cantidad por debajo de los límites fijados por el Ejecutivo. En caso contrario, el Govern impulsará las medidas oportunas -inspecciones- para comprobar el montante real de las operaciones. «El principal objetivo de esta instrucción es marcar unos mínimos y máximos para que los propietarios de amarres sepan el valor de sus bienes ya que existía mucha desinformación, pero la medida también tendrá un claro efecto fiscal», explicó ayer a este periódico el director general de Tributs i Recaptació, Jorge Sainz de Baranda.