R.L./EUROPA PRESS
El conseller balear de Medi Ambient, Jaume Font, manifestó ayer que se ha podido constatar la completa ausencia de colonias de procesionaria en Eivissa a través del plan sistemático de localización y eliminación de las bolsas de orugas que se integra dentro del proyecto que lleva a cabo el Govern para conseguir controlar esta plaga que afecta a los pinos de las Balears. Durante la presentación de los resultados de la primera fase del plan, desarrollado en 2003, Font explicó que la totalidad de las orugas que se encontraban en las 11.000 hectáreas tratadas en noviembre a través de la fumigación aérea en las Pitiüses fueron eliminadas y recordó que la situación en esta isla está «mucho más avanzada que en el resto de la comunidad». Asimismo, explicó que en Eivissa, donde se actuó en zonas como Cala Mastella, ses Salines y Cala d'Hort, se capturaron mediante trampas de feromonas a 4.675 machos reproductores de procesionaria.

La Conselleria de Medi Ambient destinará este año un total de 1,2 millones de euros para desarrollar este plan, que se inició el pasado año con una inversión similar y que dará sus primeros resultados a partir de 2005, momento a partir del que el Govern espera tener controlada una plaga que en estos momentos afecta severamente a más de un 63 por ciento de los pinares de las islas. Según explicó Font, en 2003 se trataron un total de 50.000 hectáreas en todas las Illes Balears.

El objetivo es «obtener un diagnóstico específico sobre la situación de la plaga en cada isla y profundizar en el conocimiento biológico de la especie para detectarla, controlarla y tratarla», señaló el conseller, quien destacó algunas de las iniciativas contempladas en este plan que ha supuesto, por vez primera y de forma experimental, la colocación de un centenar de cajas-nido para murciélagos, especie que consume mariposas de procesionaria. Asimismo, la conselleria puso en marcha un método pionero para la captura de individuos adultos, tanto machos como hembras, a través de trampas de luz ultravioleta que se colocaron en varias zonas de Eivissa, Mallorca y Menorca.

Jaume Font confirmó que a partir de 2006 el Govern seguirá invirtiendo una cantidad fija anual para mantener los resultados de este plan de choque.