La mezquita de Eivissa ciudad tiene capacidad para algo más de un centenar de personas.
El colectivo musulmán que reside en la isla, cada vez más amplio, exige desde hace años un espacio propio para enterrar a sus muertos. Para cumplir con sus creencias, los familiares de un difunto se ven con la obligación de trasladar el cadáver a su lugar de origen, en la mayoría de los casos a Marruecos, lo que supone un coste aproximado de 3.600 euros (600.000 pesetas), según ha asegurado a este periódico la Asociación Islámica de Eivissa. Muchas de las familias no pueden hacer frente a este gasto, por lo que la comunidad musulmana acostumbra a hacer una recolecta entre todos los fieles de la isla para financiar los gastos del sepelio. Algunos musulmanes tienen incluso suscrita una póliza, tramitada a través del consulado de Marruecos en Barcelona, que cubre el coste del traslado del cuerpo del difunto para que pueda ser enterrado en un cementerio musulmán. Durante este año, según la agrupación musulmana de Eivissa ciudad, la comunidad ha movilizado a los fieles a la religión islámica de toda la isla para ayudar a financiar el sepelio de tres difuntos en su país de origen.
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