L.F.A/R.C.
El presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas, aprovechó la cena anual de la asociación este viernes pasado para pedir a los empresarios «hacer un frente común para mantener la relación calidad-precio y no sucumbir ante ofertas devastadoras que no sirven nada más que para perjudicar a cada uno de los eslabones de la cadena turística y a la economía de la isla», sentenció.

En relación a estas declaraciones, el presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Pedro Matutes, matizó ayer que, aunque los touroperadores tienen libertad para prefijar precios, está claro que hay que tener «nervios de acero» y no dejarse llevar por las malas cifras de reservas. «La gente está preocupada pero no se puede caer en la espiral de bajar precios», dijo.

«Hay que mantener una proporción entre el servicio ofrecido y el precio», dice Matutes, que cree que «ni se puede ni se debe bajar los niveles de calidad en busca de bajar un mejor precio porque las islas no pueden competir por ese camino», insistió el hotelero.

La rebaja anticipada de precios «es una estrategia equivocada sobre todo porque en 2003 la ocupación no cayó tanto como se esperaba y probablemente en 2004 las cifras sean mejores», pronosticó. La recuperación alemana, que no se esperaba y el hecho de que se hayan rebajado las cifras de paro en el Reino Unido hacen prever una recuperación. «Puede que en febrero o marzo haya que alarmarse pero, en este momento, hay que tener calma y pensar que no hay que ceder fácilmente ante las presiones de rebaja de precios por parte de los touroperadores». Por el momento, la impresión es que las cosas mejorarán, «se puede ser un poco más optimista».