l espigón del final del puerto de Eivissa se convirtió ayer por unas horas, exactamente desde las 10,00 hasta las 14,00, en un escaparate de arte pictórico en vivo en el que participaron 26 aficionados al óleo de todas las edades. El motivo de dicha concentración fue el desarrollo del primer Concurso de Pintura Rápida organizado conjuntamente por la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la Marina y la Asociación Cultural Pro Arte siguiendo una política de promoción de actividades culturales.

El concurso, que más que una contrarreloj para ver quien acababa antes se desarrolló a contratiempo ya que casi todos los participantes finalizaron sus obras a la vez, comenzó con una reunión de partida en el obelisco del puerto a las 9,30 horas donde la organización indicó el lugar donde pintar y el tema de las obras.

«Todos los participantes participan con un lienzo de tamaño 10F sin preparado ni base alguna que hemos sellado al inicio de la prueba», comentó Orlando Herrera, de Pro Arte quien explicó que al final del certamen y tras la deliberación del jurado todos los concursantes llevarían sus obras a casa. «No se donarán a la Asociación de Vecinos ni se hará ninguna exposición como en el concurso de la Asociación de Vecinos de Sa Capelleta», explicó.

Las cuatro horas de concurso transcurrieron en un ambiente cálido y desenfadado en el que los participantes se atribuyeron las distintas zonas del espigón por edades de manera que los artistas adultos se encontraban al principio del largo muro y los más jóvenes hacia el final. «Aquí estamos en el mismo ambiente que en la academia», comentaban Paula Serra y Diana Sala, de 15 y 16 años, mientras daban pinceladas a sus lienzos. Primerizas, comentaban que las cuatro horas eran suficientes para rematar un cuadro y que las salidas con caballete al exterior aumentan la inspiración. «Está bien pintar cuando tienes tiempo pero a veces te lo piensas tanto que puedes llegar a estropear la obra, por eso este tipo de ejercicios con el tiempo limitado está bien porque tienes la idea y la haces a la primera», explicaba Fernando Belenguer, de 16 años, compañero de paleta de Enrique Durán, quien confesó que lo de tener sólo cuatro horas es lo que tiene «gracia.Eva Estévez