El presidente de la comisión de fiestas del Pilar de la Mola desmintió rotundamente que en 2002 se hubiera empleado cualquier tipo de símbolo religioso en la actuación sorpresa que culminó el programa de fiestas del pasado año, como apuntaba erróneamente este rotativo el pasado martes.

La comisión de fiestas dejó claro que el espectáculo erótico que suscitó la reprimenda pública del obispo de Eivissa, Agustín Cortés, se trataba de un espectáculo totalmente 'light' en su contenido. En este sentido la organización subrayó que no era la intención de la comisión «herir la sensibilidad de nadie y mucho menos agraviar a algún colectivo determinado» refiriéndose a la Iglesia ya que «no teníamos ni tenemos voluntad de programar un acto que provoque el enfado o el malestar de la gente con la comisión».

Los representantes del colectivo encargado de organizar las fiestas del Pilar reiteraron su pesar por «las posibles malas interpretaciones de un acto del programa». Afirmaron también que «nadie puede sentirse molesto, ni siquiera la Iglesia, por el espectáculo denominado erótico ya que se trataba de un show absolutamente 'light' y para un público adulto ya que tuvo lugar a las tres de la madrugada cuando no hay niños ni jóvenes en el lugar de la fiesta».