El presidente de la Autoritat Portuària, Joan Verger, se reunió ayer por primera vez con el alcalde de Eivissa, Xico Tarrés.

El presidente de la Autoritat Portuària, Joan Verger, visitó ayer por primera vez al alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, con el fin de abordar el proyecto de instalación de tuberías de conducción para combustible desde el dique de Botafoc hasta las centrales de Gesa y CLH, que incluye la remodelación de la avenida 8 d'Agost.

El responsable de los puertos de Balears reconoció que la obra «cuenta con dificultades de programación» porque, además de las dos compañías energéticas, intervienen en el proyecto el Ayuntamiento y la Autoritat Portuària. Los técnicos de esta última están trabajando en el proyecto y «la intención es que todos los implicados aporten, cada uno, la cantidad necesaria para poder empezar la obra cuanto antes, posiblemente en diciembre de este año», dijo Verger.

El plazo ideal de ejecución de las obras, según Jorge Alonso, responsable en Eivissa de la Autoritat Portuària, es de seis a ocho meses. «Antes de que comience la temporada alta debería estar la avenida 8 d'Agost en condiciones», señaló.

Veger añadió que el proceso se afrotará en dos fases. La primera comprenderá la instalación de tuberías, la reposición de firme y los bordillos y la segunda , que llevaría a cabo el ayuntamiento, consiste en la colocación de nuevo mobiliario urbano y aceras. Ambos proyectos podrían ir en paralelo, pero para la Autoritat Portuària es prioritario colocar las tuberías.

Con respecto al plan de reordenación del puerto de Eivissa, Joan Verger confirmó que la empresa encargada de realizar el estudio ha redactado un borrador que ahora la Autoritat Portuària está estudiando. «A final de año se tendrá una idea concreta de lo que se quiere hacer en el puerto de Eivissa», momento en el que el responsable de puertos volverá a reunirse con el Ayuntamiento de Eivissa y al Consell Insular para exponerlo. «Si los ibicencos no dan el apoyo no se hará nada en el puerto», concluyó Joan Verger. Durante los últimos meses tanto las empresas que trabajan en el puerto como el Ayuntamiento de Eivissa han aportado ideas para mejorar el caos portuario. Coinciden en que las condiciones de operatividad y seguridad de la instalación en la actualidad no son, ni mucho menos, las ideales.