La urbanización de Buenavista está sufriendo en las últimas semanas cortes continuos de agua que pueden durar desde tres horas hasta todo un día y que podrían afectar a más de 200 personas no sólo de esta zona sino también de Siesta, Miramar y Panorama.

Las deficiencias en el suministro empezaron a principios de agosto con problemas de presión e incluso cortes durante la noche pero la situación se ha ido agravando a medida que pasaban los días provocando numerosas molestias a los vecinos que han visto alterada su vida diaria al no poder en muchas ocasiones llevar a cabo acciones tan rutinarias como ducharse o lavar los platos. «No podemos adaptar nuestra vida a los horarios que nos ponga Aqualia», aseguró ayer a este periódico Ingrid Vesterink. Propietaria de una vivienda en Buenavista, Ingrid afirmó que turistas que residían en apartamentos de la zona habían decidido irse ante los continuos problemas de agua. A pesar de que ella y otros residentes de Buenavista se han dirigido en continuas ocasionen a la empresa que se encarga del suministro de agua en la zona, aseguran que Aqualia no ha dado una solución al problema y en muy pocas ocasiones han avisado de cuando iban a realizar cortes de agua.

El presidente de la comunidad de propietarios de Buenavista, Rafael Candelario, señaló que el problema reside en que «el agua que se suministra a la zona proviene de unos pozos que están en Cala Llonga donde sólo hay una bomba funcionando, cuando debería haber dos, entonces la capacidad de suministro se reduce a la mitad, siendo absorbida en su mayoría por los hoteles de Cala Llonga y llegando a Buenavista lo mínimo». Asimismo, aseguró que, según Aqualia, la red está muy anticuada y sufre múltiples pérdidas con lo cual se debería renovar casi por completo con el coste que eso supondría.