Esquerra Republicana (ERC) de Eivissa envió ayer un comunicado en el que afirma que no tuvo nada que ver ni con el lanzamiento de monedas ni con los insultos de «vendido» e «hipócrita» que se escucharon durante el discurso de Pere Palau, presidente del Consell d'Eivissa i Formentera, durante los actos del 8 d'Agost. Los militantes de ERC que asistieron al acto de homenaje a Guillem de Montgrí «escucharon el discurso del presidente del Consell con respetuoso silencio hasta el final, ya que el contenido no les animó a aplaudirle», insiste la formación, que añade que ninguno de ellos participó «de cualquier tipo de intento de interrupción de este discurso». Es más, el partido considera que este tipo de acciones boicoteadoras son contrarias al ideario demócrata que caracteriza a su formación política. Los nacionalistas admiten que en el acto de anteayer el presidente del Consell, «aunque sea un adversario político», hace «el discurso en representación de todos los habitantes de las Pitiüses» por lo que debe haber un respeto.

Además, la formación insiste en que la única pancarta que exhibieron los militantes de ERC durante toda la jornada fue la que se situó en las instalaciones militares «que invaden el espacio de la berenada del Puig des Molins» con el lema «Desmilitarització» y que cuenta con el logo y las siglas de ERC. Esta formación «no se responsabiliza de otras pancartas que alguien pueda exhibir sin firmar, sea el que sea su contenido».

ERC recuerda que sus actos del 8 d'Agost consistieron, como es tradicional, en realizar su propio homenaje a Guillem de Montgrí, en participar en la berenada de Puig des Molins «de una forma reivindicativa» y en repartir folletos durante toda la jornada. La formación asegura que los actos y reivindicaciones que realizan las anuncian y «dan la cara» con sus siglas por lo que ruegan que no se les atribuyan actos en los que no tienen que ver.