La tradición nació hace cinco años al mismo tiempo que se creó
la comisión de fiestas. Todos pensaron que sería una buena idea
empezar una de las jornadas lúdicas que conmemoran a la Virgen del
Carmen con un recorrido en el que la gastronomía típica fuera la
protagonista. Desde entonces esta actividad se ha convertido en una
cita ineludible. Ayer la comitiva partía, con casi una hora de
retraso, del hotel Bahía, situado en la parte más alta de la
localidad. Una furgoneta, varios coches y dos carros ibicencos
formaban una pintoresca rúa que despertó (si es que todavía había
alguien durmiendo a mediodía) a todos los huéspedes de la zona.
Ochenta kilogramos de buñuelos y unos 200 litros de sangría
preparada en enormes contenedores de aluminio sirvieron para saciar
la sed y el apetito de turistas y trabajadores. Éstos últimos,
conocedores ya de la apetitosa tradición, eran los primeros en
salir a la puerta de los hoteles para degustar las delicias, que
este año han sido cedidas por el hotel Greco.
El grupo lo completaban algunos de los integrantes de la
agrupación de baile folclórico 'La Britja', que se encargaban de
ambientar el recorrido irrumpiendo en los salones de los hoteles
entre el sonido de las castañuelas y los gritos de Javi,
responsable de dirigir al grupo sirviéndose de un megáfono.
Bartolomé Costa, vecino de Sant Antoni, acude cada año a esta
cita conduciendo uno de los carruajes típicos. En la primera parada
le sirven un vaso de sangría que, según él, «entra muy bien»
porque, añade, lleva despierto «desde las seis de la mañana».
En Portinatx la jornada de ayer terminó con actividades como la
misa cantada por el coro rociero de Sant Antoni o la puesta de sol
amenizada por tambores. Hoy, la procesión partirá a las 18,45 horas
desde la capilla del embarcadero.
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