El joven Casiraghi parece que se siente muy agusto en esta isla
porque no se resigna a abandonarla, a pesar de sufrir el incesante
acoso de los periodistas del corazón, que no pueden vivir sin
él.
Su condición de príncipe consorte no refina sus modales las 24
horas porque el altercado que protagonizó el jueves el hijo de
Carolina de Mónaco no es propio del nieto de un Rey. El pasado
jueves Andrea y sus acompañantes demostraron no tener muy buen
carácter ante la prensa. El joven está de crucero por el
mediterráneo y desde que pararon en Eivissa se formó el
revuelo.
El escenario del pequeño incidente fue el parking de la playa
d'es Cavallet, cuando unos periodistas les perseguían con cámaras
de vídeo y foto, estos mismo reporteros, venidos de agencias de
Madrid, llevan muchos días detrás de Casiraghi, el que está siendo
noticia en todos los medios por relacionarse de manera muy íntima
con una joven que al parecer no es su novia oficial, la alemana
Camilla von Staufferberg, la cual también se encuentra de
vacaciones con Andrea. Por este motivo las cámaras intentan cazar
una instantánea de Andrea con la chica en que no fue muy amable
cuando la prensa le preguntó por su relación con el hijo de
Carolina, ésta cogió el coche, un Opel Astra en gris metalizado con
el que se marchó del lugar rozando un vehículo que estaba
aparcado.
A pesar de todo lo que se ha dicho en la televisión uno de los
testigos, Frank Fouffe, comentó que no había sido para tanto y que
al coche no el hizo nada. R.D.
Desde que el guapo y Andrea Casiraghi amarró en Eivissa el barco
con el que realiza un crucero por aguas mediterráneas ha causado
sensación.
Llegó a la isla la semana pasada con un grupo de amigos y su
novia. Desde entonces la prensa está revolucionada.
Se ha tomado imágenes de Casiraghi en una discoteca, en la
playa, en un restaurante y en el aeropuerto. Pero Andrea aún no se
acostumbra a las cámaras.
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