Cáritas inauguró ayer el centro de día para personas en situación de exclusión social de la isla de Eivissa. El obispo de la Diócesis, Agustín Cortés, bendijo las instalaciones reformadas, ya que comparten el piso del comedor social, que se encuentra en la calle Carlos III. El obispo mostró su apoyo a los excluidos y les envió un mensaje de ánimo para que «se recuperen de su situación y encuentren su camino».

Los primeros usuarios de este centro, con una capacidad máxima para 15 personas, acudieron ayer a este servicio dos horas más tarde de la inauguración, lejos de las cámaras.

Este centro de día nace con recursos propios de la institución diocesana. «Económicamente, Cáritas asumirá los gastos los primeros seis meses porque no tenemos ningún convenio con ninguna administración para llevar adelante el centro», dijo ayer el director de Cáritas, Jaime Navas. La única subvención solicitada ha sido para el contrato del monitor.

Navas remarcó que se trata de «una experiencia piloto, queremos ver la efectividad de este programa y por ello se ha establecido un periodo de prueba de 6 a 8 meses. Al final se establecerá si se sigue con ello». La trabajadora social Eulalia Chamorro, responsable del nuevo proyecto, explicó que el centro va destinado a «personas sin techo, que se encuentran en una situación de marginación o exclusión social». No hay ningún compromiso para las personas que quieran recurrir a este servicio: «Queremos que sea un punto de referencia para estas personas donde puedan acudir, ser escuchadas y sentirse bien. Pueden venir siempre que lo deseen. Nadie está obligado a ninguna actividad. Es totalmente voluntario», añadió. Los objetivos de este centro, entre otros, es fomentar la recuperación de autoestima, ofrecer un espacio de contención y potenciar la higiene personal .