La tarjeta de crédito en la mano, los tickets o las prendas que se acumulan en los brazos y en las perchas de los probadores; todo ello son situaciones típicas de cualquier establecimiento que cobran especial protagonismo en época de rebajas. Ayer, 15 de julio, se dio el pistoletazo de salida a los descuentos de la temporada de verano. En Eivissa no se formaron largas colas ni se localizó ninguna aglomeración frente a ninguna tienda a primera hora de la mañana. Y es que en las Pitiüses esta época de recorte de precios dista mucho de tener el ritmo vertiginoso que adquiere en grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde hasta los empujones y pisotones parecen estar permitidos.

En la tarde de ayer las tiendas del centro del municipio de Eivissa presentaban un ambiente tranquilo, a pesar de que los carteles anunciaban descuentos de hasta el 50%. Ester, dependienta de 'Mango', comentaba que este año ha sido «más flojo» que el pasado.

Precisamente algunas de las tiendas en las que más movimiento se localizaba eran 'Stradivarius' o 'Pull and Bear', establecimientos que llevan poco tienpo funcionando en la isla y que por la novedad que suponen atraen a más público hacia sus mostradores.

Dependientas como Nagore han pasado el primer día de rebajas atendiendo a los compradores, pero ella misma intenta guardar tiempo para rebuscar en busca de alguna oferta. «A la hora de la comida aprovecho para dar una vuelta y mirar algo de ropa», explica mientras intenta poner orden a un inmenso montón de prendas.

S.Y.