1 Si tiene hijos, ínsteles a construir un castillo de arena nada
más llegar a la playa. Nadie querrá tirarse sobre una bonita
creación de arena, dice Thomson, y menos si la ha hecho una
criatura. Con esta fortaleza de junto a su toalla se garantiza el
territorio.
2 Llévese una colchoneta u otro elemento similar inflado. Aunque
no la use, el mayorista británico asegura que con ello ganará
espacio. Colocándola justo al lado de la toalla ningún niño
apresurado le llenará de arena cuando pase corriendo a su lado.
3 Aunque no sea un día ventoso, coloque un biombo o un objeto
similar contra el viento junto a su tumbona. La mejor defensa
contra el vecino de toalla es levantar esta separación, como suele
ser habitual en países del norte de Europa. Es mucho más
íntimo.
4 Lleve una sombrilla que abarque más espacio que la toalla
sobre la que busca ese bronceado envidiable. «Necesitará la sombra
en algún momento durante el día», dice Thomson, que no se corta al
decir que así se evitan compañías cercanas.
5 Inicie un juego enérgico de pelota, (tipo palas) para prevenir
a todo el mundo de pensar en aparcar su toalla a pocos centímetros
de la suya. Nadie quiere recibir un pelotazo ni oír el rítmico
golpeo de las raquetas contra la bola, así que se alejarán de
usted.
LAURA FERRER ARAMBARRI
Atención a los residentes: los turistas británicos llegan a las
islas con toda una estrategia para conquista espacio en la playa.
La iniciativa se le ha ocurrido al touroperador Thomson que ha
inventado «El ratio de territorio para la toalla», con una serie de
«consejos», un tanto agresivos, para ayudar a los turistas a que
puedan elegir y mantener un territorio personal holgado en la
playa. Para hacer el ratio utilizan un «método científico» que
consiste en dividir el territorio de la playa entre el número de
visitantes por día en agosto.
«El punto culminante del verano para las vacaciones europeas
puede ser superado con éxito por los británicos gracias a este arma
para marcar su territorio en las playas», dice Thomson, que
advierte de que los alemanes ocupan el número uno cuando se trata
de aumentar al máximo el espacio para sí mismos y colocar sus
toallas en la playa. «Esto puede cambiar», según Thomson, si los
británicos siguen al pie de la letra las instrucciones del
touroperador allí donde la batalla es más dura.
Sant Antoni, ajustado
En el ranking de las diez playas europeas que analiza Thomson, la
playa de Sant Antoni resulta ser la más masificada con un 1'1 metro
cuadrado por toalla. La siguiente es la playa de Alcudia en
Mallorca con 1'5 metros cuadrados para cada toalla. Siguen en el
ránking Nerja, en la Costa del Sol con 1'7 metros cuadrados para
cada persona; Kalithea en Rodas con 1'9 m; Puerto de la Cruz, en
Tenerife, con 3'8 m; San Stefanos, en Corfu, con 4'3 m por toalla;
Protaras, en Chipre, con 4'6 m; Olu Deniz, Turquía, con 5'1 m;
Chania, en Creta, con 11'9 m y Isla Canela, en Costa de la Luz, con
14'5 m por toalla, la menos masificada.
Sonia Davies, directora de Comunicaciones de Thomson reconoce
que el «Ratio de Territorio por toalla» es más un juego simpático
que un estudio científico pero cree que da a sus clientes una
percepción real de la clase de playas que hay en Europa.
Dice que los británicos consideran que el espacio en la playa es
relevante porque pasan mucho tiempo en ella.
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