El 36,5 por ciento de la constructoras de Balears registran una
caída media de pedidos del 23 por ciento a nueve meses vista sobre
2002, mientras que un 42 por ciento espera un incremento medio de
facturación del 4,5 por ciento en el mismo periodo de tiempo, según
refleja la encuesta de coyuntura elaborada a finales de abril por
la Asociación de Constructores de Balears, sobre una muestra de 323
empresas de sus 800 asociadas.
La encuesta de la Asociación de Constructores pone de manifiesto
que la principal preocupación del sector es la falta de un marco
jurídico urbanístico que permita la planificación empresarial a
medio plazo. Ponen el ejemplo de los 66 millones de euros que las
323 empresas encuestadas llevan invertidos en bienes de equipo en
los últimos cuatro años, cantidades no amortizadas en su mayor
parte que suponen un lastre empresarial en un momento de
desaceleración de la actividad.
La patronal exige a las Instituciones de las Islas, el Govern y
los consells insulars, que clarifiquen ya el modelo urbanístico que
quieren para Balears y que se lo comuniquen a las empresas. «Los
empresarios deben de conocer ciertos parámetros y saber a qué
atenerse; si quieren que nos reconvirtamos, que nos digan en qué»,
manifiesta el director de la Asociación de Constructores, Manuel
Gómez.
Tras la indefinición del marco urbanístico, los temas que más
preocupan a los constructores de Balears son los siguientes, de
mayor a menor: falta de agilidad de las instituciones públicas en
sus trámites administrativos; la protección y promoción de la
actividad turística; la mejora de la imagen de los empresarios ante
sus clientes; la mejora de las infraestructuras en el Archipiélago;
la carencia de suelo industrial y comercial a precio asequible;
evitar las grandes promociones de viviendas por parte de sociedades
de fuera de Balears; el control del intrusismo y la eliminación del
impuesto turístico, la ecotasa.
El director de Asociación de Constructores constata que el
aumento en la licitación de obra pública está ayudando a mantener
los niveles de actividad del sector en el Archipiélago, y afirma
que los seguirá haciendo. Aseguran que ayuda a contrarrestar el
desplome de la obra privada, sobre todo del mercado de nuevas
residencia, como consecuencia de las moratorias urbanísticas de los
consells.
La obra pública
En todo caso, Gómez advierte que la obra pública es la más
especializada, tecnificada y la que menos mano de obra requiere,
aunque precisa que «es absolutamente bienvenida por el sector».
Prueba de ello es que sólo un centenar de empresas copan la
práctica totalidad de los principales proyectos de
infraestructuras, las cuales ocupan un volumen de entre 2.500 y
3.000 trabajadores fijos en las Islas.
Las 323 empresas encuestadas por la patronal facturaron el año
pasado un total de 283 millones de euros y mantienen un volumen de
contratación de 7.686 trabajadores fijos en Balears.
Las 118 sociedades con cartera de pedidos por debajo del año
pasado emplean a 3.382 trabajadores de Balears y las 137 con
incremento de proyectos contratados ocupan a 2.966 ciudadanos. La
patronal de constructores advierte que las «malas» perspectivas
empresariales se podrían traducir en una reducción de la
contratación laboral del sector en el medio plazo.
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