Pere Palau recibe el bastón de mando de manos de Joan Marí Tur, ante un salón abarrotado de público.

Pere Palau fue proclamado ayer con el voto a favor de los ocho consellers del PP el cuarto presidente democrático del Consell Insular. Los cinco consellers del Pacte votaron en blanco. Pasadas las 20,30 horas, el nuevo presidente tomó de manos del conseller de Patrimonio, Joan Marí Tur, que fue quien presidió la investidura, el bastón de mando de la Corporación, lo que fue celebrado con un atronador aplauso de las más de 500 personas que siguieron el acto desde la sala de plenos o desde la pantalla gigante instalada en el hall.

Antes, todos los consellers juraron o prometieron su cargo institucional con la salvedad de que la ex consellera de Cultura y Medi Ambient, Fanny Tur, del Pacte, lo hizo bajo la fórmula por imperativo legal, lo que provocó un zumbido de murmullos en la sala.

El presidente del Govern , Jaume Matas, también arropó a Palau en el día de su investidura junto a una representación de los pesos pesados de su equipo de gobierno: los consellers José Juan Cardona, Joan Flaquer, Jaume Font, Guillermo de Olives y Francesc Fiol , el presidente del Parlament, Pere Rotger, y el portavoz del PP en la cámara, Joan Huguet. Tampoco faltó a la cita el ex presidente del Govern, Gabriel Cañellas, el ex ministro Abel Matutes y todos los alcaldes de las Pitiüses.

El primer discurso del presidente del Consell, que realizó de pie frente al puesto que ocupará en la sala de plenos, sirvió para agradecer la confianza depositada en él por los ciudadanos de Eivissa y Formentera y para advertir al presidente Matas que desde las Pitiüses reclamarán «su implicación» para compensar «el déficit de infraestructuras y servicios» de las Pitiüses. «El cumplimiento de estas inversiones estará condicionado por su implicación», indicó. Palau recordó, de todos modos, que Matas ya garantizó en su investidura el compromiso de satisfacer las necesidades pitiusas mediante el estricto cumplimiento del programa electoral del PP.

Para Palau, «superada la dialéctica electoral», ha llegado la hora de empezar a trabajar para «solucionar las deficiencias y hacer realidad las demandas de la población». Apeló desde lo alto del estrado a la «responsabilidad» y a la «cordura» para poner en marcha las medidas necesarias para dar «un nuevo impulso al futuro de las Pitiüses» basado en «el respeto social, la igualdad, la defensa de los derechos, la seguridad jurídica igual para todos y la custodia y promoción del patrimonio».