El polémico recorte de hamacas en las playas del parque natural de ses Salines decretado por la Conselleria de Medi Ambient nunca se ha llegado a cumplir. A la espera de que eche a andar el nuevo gobierno en el Govern balear y el Consell Insular, ahora en manos del PP, los concesionarios de las playas han hecho caso omiso a la orden de la Conselleria de Medi Ambient, que está en vigor, y ofrecen a los usuarios de las playas de ses Salines y es Cavallet los mismos lotes del año pasado.

La Conselleria de Medi Ambient ordenó apenas unos meses antes del inicio de la temporada turística rebajar en un 51 por ciento el número de hamacas de la playa de ses Salines y en un 67 por ciento las de es Cavallet. A esta decisión no sólo se opusieron los empresarios, sino también el Ayuntamiento de Sant Josep e incluso el propio Consell Insular, del Pacte. La controvertida orden de reducción de las hamacas, todo hay que decirlo, coincidió en pleno periodo electoral, por lo que recibió las críticas de las propias filas progresistas.

La propuesta de la Conselleria de Medi Ambient pasaba por trasladar el excedente de hamacas del parque natural a los lotes aprobados en la Platja d'en Bossa. Sin embargo, a raíz de los resultados de las elecciones del 25-M no se ha cumplido ni lo uno ni lo otro y, después de tanta polémica, todo ha seguido igual.

El nuevo gobierno del Consell Insular, del PP, se opone frontalmente a la reducción de las concesiones. Según dicen los empresarios de las playas, los nuevos dirigentes de la administración les han comunicado que sigan trabajando con los mismos lotes del año pasado y que, por ello, una de las primeras acciones del nuevo gobierno será aprobar el aumento de las concesiones recortadas por la Conselleria de Medi Ambient para que éstas queden tal como estaban el año pasado.