El hospital Can Misses no puede atender las solicitudes de los turistas que tienen que dializarse dadas las condiciones del servicio ya que ahora tiene problemas de espacio para atender a las 60 personas residentes en la isla que se tienen que someterse a sesiones de hemodiálisis varias veces a la semana. La gerente del Àrea de Salud, María Àngeles Leciñena, aclaró que las únicas peticiones rechazadas son de aquellas personas que quieren pasar unas vacaciones, pero no de necesidades del área: «No podemos asumir un turismo que venga con necesidades, porque tenemos que plantearnos asistir a nuestros pacientes», dijo la gerente. Leciñena recordó que en la isla hay centros privados que se dedican a la diálisis y añadió que en el caso de que se hubiera registrado un problema para atender a la población se hubiera recurrido a concertar el servicio. «Para nuestras necesidades no nos hemos visto desbordados porque hay centros privados y, si fuera necesario, hubiéramos concertado el servicio», dijo. En ocasiones se han asumido, «pero no es nuestro objetivo, sino que nuestros pacientes tengan un lugar y un horario adecuado».

Las obras de ampliación de diálisis son esperadas «con absoluta impaciencia» por el personal del servicio y los afectados ya que se encuentran en una sala provisional de reducidas dimensiones donde están obligados a realizar tres turnos diarios, el último acaba a la una de la madrugada, para atender las demandas de los residentes. Los médicos del servicio de nefrología presentaron una propuesta de organización de todo el servicio a la Gerencia donde, entre otras cuestiones, reclaman que la obra de la nueva unidad de hemodiálisis debe realizarse con carácter de urgencia.

Leciñena aseguró que estas obras, dotadas con 930.439,45 euros, están previstas que acaben el último trimestre del año. Sin embargo, la reforma no ha empezado aunque la gerente no cree que eso sea un impedimento para que estén finalizadas en seis meses. «La obra en sí no tiene por qué durar como máximo tres o cuatro meses. La zona está libre y se puede empezar cuando quiera». El nuevo servicio de hemodiálisis está previsto que se mantenga en la planta baja del hospital aunque se cambiará la ubicación en la planta y dispondrá de más espacio. Con la ampliación de hemodiálisis se acabará con los tres turnos «que no son adecuados para nadie, ni para los pacientes ni los trabajadores, para pasarlo a dos. Este era nuestro objetivo y espero que siga siendo el mismo de los que lleguen», apostilló Leciñena.