-Hasta que se crearon los consells en el año 1979, ¿qué papel tuvo
Fomento del Turismo?
-Diría que tuvo el papel de representar a toda la sociedad
pitiusa, aunque puede que mi respuesta esté un poco obnubilada por
el cariño que le tengo al lugar al que tantas horas he dedicado.
Creo que no he exagerado.
-Le ha tocado vivir de cerca los años del «boom» del
turismo...
-A partir de los años 60 tuvimos dos fuentes de financiación: el
Ministerio de Turismo y los créditos oficiales a un bajo interés.
En Eivissa antes del turismo no había ricos; sólo una familia en
los años 40 podría considerarse rica. A partir de los años 60 nace
una nueva clase social en Eivissa.
-¿Nuevos ricos?
-No exactamente porque las familias hicieron un esfuerzo enorme
trabajando sin horarios. Fueron creando una Eivissa que a veces se
critica. Y tienen razón porque entonces sólo se contemplaba la
creación de plazas. No se sabía que existiese la palabra ecología
ni se pensaba en que la naturaleza podría quedar perjudicada por la
labor del hombre. Se pasó de la Eivissa de la espardenya a la
Eivissa del zapato.
-El Fomento de hoy, ¿en que se parece al que nació en 1933?
-Tiene poco que ver porque ahora se ha profesionalizado. Sigue
siendo un órgano básico; por lo menos de consulta y asesoramiento
de cualquier administración, sea del color que sea, a no ser que su
vanidad les impida pedir consejo a los demás. Se ha perdido aquel
socio del Fomento que no tenía nada que ver con el turismo. Se
hacía socio porque serlo era algo que le satisfacía. Hoy en día
Fomento es la sociedad a través de la que los profesionales del
turismo encauzan sus esfuerzos y piden a la administración
intervenir en materia de promoción y defensa de los valores
turísticos de la isla.
-Se reclama, como hace años, que el dinero de promoción
turística no lo maneje Mallorca sino Eivissa.
-He vivido etapas en las que, si se nos daba una migaja, había
que dar las gracias «al Buana». Pero empezamos a rebelarnos. Si
todos aceptásemos que Mallorca es el principal competidor de
Eivissa en materia turística, pero que queda un pequeño campo en el
que no somos competidores, se llegaría a la fórmula de dejar un
pequeño presupuesto común y otro particular más grande. Cuando digo
esto me dicen que quiero reavivar enemistades con Mallorca pero no
es cierto. Es la realidad.
-Y en cuestión de nombres...
-El nombre de nuestro producto es Ibiza, I-b-i-z-a. Los
experimentos se hacen con gaseosa no con champán y el turismo es el
champán de la isla.
-A pesar de los «peluts» siempre defendió la libertad con la que
se ha identificado a Eivissa
-A veces esa libertad se ha convertido en desmadre pero el
espíritu de anticonvencionalismo ha ayudado a que Eivissa tenga un
sello de distinción.
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