El alcalde de Formentera, Juanma Costa, presentó ayer el
organigrama del nuevo equipo de gobierno que encabeza, como líder
del PP, con el apoyo del GUIF y el PREF, y el resultado muestra un
PP que domina prácticamente las principales áreas de poder al
quedarse con Hacienda, Urbanismo, Transporte, Obras, Sanidad,
Servicios sociales, Policía Local y Personal, mientras que el GUIF
se hace cargo de infraestructuras, Medio ambiente, Agricultura,
Pesca, Cultura, Deportes y Juventud.
Toni Campillo, número uno del GUIF, será el primer teniente de
alcalde y ostentará la concejalía de Infraestructuras, mientras que
Cándido Valladolid, del PREF, además de ser el segundo teniente de
alcalde será el máximo responsable municipal de Turismo y servicios
turísticos, una denominación, ésta última, de nuevo cuño. Una de
las decisiones más esperadas es la que hacía referencia a la
concejalía de Urbanismo, y tal como apuntaban insistentemente los
rumores, José Manuel Roig, será el responsable de esta área además
del departamento de Obras y de Transportes; tampoco ha sido una
sorpresa que Medio Ambiente acabe en manos de Xumeu Cardona, GUIF,
que según los rumores también optaba a Urbanismo, que además será
el edil responsable en materias como agricultura y pesca.
Por su parte, Joan Escandell, número tres del PP, se ha hecho
cargo, como era previsible del área de economía pues será concejal
de Hacienda, responsabilidad que sumará a la referente en materia
de Asuntos sociales y Sanidad. Finalmente, Pilar Juan será la
concejal de Cultura, Deportes y Juventud; mientras que Juanma
Costa, a la alcaldía sumará Policía Local y Personal del
Consistorio para el que anunció solicitar un informe interno de
intervención.
Según Costa, la comisión de gobierno estará integrada por él
mismo como alcalde y representante del PP, y de los dos tenientes
de alcalde, Campillo y Valladolid por el GUIF y el PREF
respectivamente. Asimismo Costa ha asegurado que por el momento la
única persona con dedicación exclusiva será él mismo, mientras que
los concejales, que deberán atender al público de forma habitual,
recibirán una retribución económica en función de las horas que
dediquen al Consistorio. Esta medida según el nuevo alcalde
«implica un ahorro importante aunque no cuantificado por el
momento, para las arcas municipales».
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