12.041 empresas de las Pitiüses han dejado de pagar el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) tras la supresión de esta tasa con lo que se han ahorrado 2.188.439 euros, según datos facilitados ayer por el senador Enrique Fajarnés. En Formentera han quedado exentas del impuesto 890 empresas, que se han ahorrado 132.852 euros; en Eivissa 4.526 empresas han dejado de pagar 867.971 euros; en Sant Antoni 1.619 empresas han ahorrado 273.925; en Sant Josep son 1.816 las empresas que han dejado de pagar 347.757 euros; en Sant Joan 409 empresas ahorran 65.269 euros y en Santa Eulària 2.781 sociedades dejan de pagar 500.653 euros. La eliminación del IAE es parcial. Están afectadas todas las personas físicas y jurídicas que facturen menos de un millón de euros al año. El resto de empresas continúan pagándolo e incluso se prevén incrementos en la cuantía anual.

Como media, cada empresa de Eivissa y Formentera tenía que pagar 132 euros (30.170 pesetas) al año en concepto de IAE. Los ayuntamientos se preocuparon en un primer momento porque este impuesto era una de sus fuentes de ingresos. Sin embargo, el Gobierno central ha articulado fórmulas fiscales para compensarles.

Para Fernando Cobo, experto en economía y empresa de la Pimeef, la supresión del IAE desde el punto de vista de las empresas tiene dos ventajas. Una es que tienen menos gastos pero también que cada empresa declara todas las actividades que realizan porque no tienen que pagar por cada servicio que ofrezcan como sucedía antes. Esto implica, además, que hay mucha más transparencia sobre lo que realmente se produce o ejecuta en un municipio. «Lo normal antes de la supresión era que una empresa que realizaba varias actividades sólo declarase una». El lado negativo es que las empresas puede realizar cualquier actividad mientras la haya declarado. La competencia puede ser más dura pero no sería ilegal.