Tras doce años de historia, Els Verds, un partido que había conseguido ya cierta consolidación dentro del panorama político de las islas, perdió el pasado domingo todas las esperanzas de ser una fuerza clave para garantizar la gobernabilidad de las instituciones pitiusas. En apenas unas horas, Els Verds tuvo que dejar de lado las expectativas optimistas, que las propias encuestas corroboraban, para comenzar a asumir la dura realidad que las urnas le mostraban: el partido ecologista había desaparecido del panorama político tras no conseguir el porcentaje suficiente de votos para tener representación en los ayuntamientos y en el Consell. Una situación muy diferente vivía hace cuatro años cuando con el Pacte consiguió ocupar un asiento en los consistorios de Sant Antoni, Santa Eulària, Formentera e Eivissa y en la máxima institución pitiusa con Joan Buades (hasta que meses después de su elección fuera destituido por Pilar Costa).

Buades y Josep Ramón Balanzat fueron los fundadores de Els Verds de Eivissa en 1991. Un año después Balanzat se presentaba como candidato a senador en las elecciones nacionales. Tras conseguir más de mil votos, el partido ecologista se animó a participar en el 96 en las locales y autonómicas, y consiguió un diputado en el Parlament Balear y concejales en todos los consistorios en los que se presentó, en Eivissa, Sant Antoni, Sant Josep y Santa Eulària. Si la primera vez que se presentó solo fue un gran éxito para un partido que nunca ha contado con más de cien socios, en la segunda ocasión el fracaso ha sido rotundo.