Los capitanes de los barcos de Formentera han notado una alteración de las condiciones de navegación.

El dique de Botafoc cambiará, en determinadas circunstancias, las condiciones de navegación en la bocana del puerto de Eivissa. Se dejará sentir hasta prácticamente es Freus y podría cambiar la fisonomía de las dos principales playas de la zona, Platja d'en Bossa y es Cavallet. Este rotativo ha hablado con hasta cinco capitanes de embarcaciones de alta velocidad que cubren el trayecto Eivissa-la Savina, pertenecientes a tres navieras distintas, que coinciden en que la ausencia de un rompeolas exterior en el dique de Botafoc puede suponer un problema importante cuando haya temporal de levante, sureste (xaloc) y, en menor medida, nordeste (grega), si bien no todos valoran los riesgos de la misma manera.

El dique ha sido construido en primer lugar para evitar los temporales en el puerto de Eivissa, cosa que se ha logrado, al parecer de todos los capitanes, para alejar la carga y descarga de mercancías peligrosas del interior del puerto que se producirá con la puesta en funcionamiento del mismo y, finalmente, para permitir el atraque a resguardo de grandes cruceros que hasta la fecha debían fondear fuera del puerto. Los capitanes afirman que «el dique cambia las condiciones de navegación del puerto de Eivissa ya que el mar, cuando es llevant o xaloc, no rompe y se desvía hacia la bocana del puerto», señalando que al ser la nueva bocana «más pequeña que antes, la velocidad de la corriente también es mayor y en ocasiones los rápidos han y habrán de moderar aún más la marcha a la hora de entrar en la bocana por el mar que se forma en ella». La distancia que había antes entre el faro de Botafoc y la Illa Negra era aproximadamente de media milla, unos 900 metros, que ahora, con el dique de más de medio kilómetro, ha quedado reducida en un 66 por ciento aproximadamente, lo cual condiciona el flujo de agua y su velocidad.

Esta corriente es dirigida por el propio dique en dirección este-oeste, hacia la Illa Negra, sa Punta de la Mar Loca y, finalmente, hacia Platja d'en Bossa donde algunos capitanes apuntan que «variará el aporte de arena y es probable que la playa en sí sufra una fuerte transformación», circunstancia que podría hacerse extensible a la de es Cavalles pese a encontrarse a unas cuatro millas. En este sentido, explican que con temporal de levante, grega o xaloc, al cruzar es Freus en dirección a Eivissa hace que se encuentren con unas olas a modo de barra que antes no se daban, fruto del desvío de las corrientes por parte del dique». Los capitanes coinciden en que la causa de esta variación radica en la ausencia de un rompeolas que absorba la fuerza del temporal ya que al tratarse de un simple obstáculo liso y vertical «desvía el mar hacia el oeste y habrá que ver, además, si con temporal fuerte -señala un profesional de la navegación-, las olas pasan por encima del dique».