El Ayuntamiento de Eivissa y la Conselleria de Obras Públicas del Govern balear habilitarán una oficina permanente para canalizar las ayudas económicas para la reforma de viviendas incluidas en el Area de Rehabilitación Integrada (ARI), aprobada recientemente y que afecta a los barrios de sa Penya, la Marina y Dalt Vila.

Esta oficina se ubicará seguramente en la sede de la dirección general de la Vivienda del Govern y el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi) en la calle Ignacio Wallis, según explicó ayer a este periódico el concejal de Urbanismo, Joan Boned.

El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, y el conseller de Obras Públicas, Francesc Quetglas, firmaron ayer un convenio en virtud del cual la dirección general de Arquitectura y Vivienda de la Conselleria solicitará al Ministerio de Fomento las ayudas para emprender las actuaciones incluidas en la zona ARI.

El conseller de Obras Públicas aseguró antes de visitar los tres barrios que el plan de ayudas, que se aplicará en los próximos tres años (2003-2005) con un presupuesto de 2'6 millones de euros, se tramitará en tres ámbitos distintos. Por un lado, en la rehabilitación de viviendas particulares (121 con un régimen de ayuda superior), con una dotación económica para ello de 1'4 millones de euros; y por otro, en proyectos de reurbanización y urbanización, como la plaza de sa Pedrera i es Sitis o la pavimentación de las calles principales de Dalt Vila, y, por último, la reforma de fachadas. Para estos dos apartados el plan de ayuda prevé una inversión de 1'2 millones de euros.

Para las actuaciones de rehabilitación preferente (viviendas más deterioradas) el Ministerio de Fomento financia el 40 por ciento de la obra, con un máximo de 3.600 euros (600.000 pesetas), mientras que el Govern balear ofrece otro 40 por ciento del proyecto, con un tope de 7.200 euros (1'2 millones de pesetas). Así los beneficiarios pueden optar a percibir hasta 10.800 euros (1'8 millones de pesetas) para acometer la reforma de un inmueble.

Dentro de las obras previstas de urbanización y reurbanización de la zona se incluye también el soterramiento del tendido eléctrico y telefónico que actualmente se extiende por las fachadas de los edificios, así como la apertura de pasajes en sa Penya para mejorar la comunicación interior del barrio.