La crisis interna de Alemania sirve de excusa para preguntar al cónsul alemán en las Pitiüses desde hace 23 años, Ekkehardt Boxberger, sobre las repercusiones de esta mala situación económica y, a la vez tomar el pulso de los temas que inquietan a los residentes que atiende día a día. Para Boxberger la crisis no solamente está en Alemania sino que es global. «También se está notando en España y en Eivissa», añade, matizando que la ralentización de la economía se ha notado también en el turismo interno alemán. Para el cónsul la situación bélica actual también tiene influencia en el turismo mundial. «Se habla de desvío de turistas de destinos como Turquía, Egipto y Marruecos a Balears y Canarias». Insiste en que para los alemanes, «Balears se considera un destino más seguro ahora».

Con respecto a si ha mejorado o empeorado Eivissa como destino turístico, Boxberger, está convencido de que ha mejorado desde que él ocupa su cargo «sobre todo las infraestructuras, las carreteras, la recogida de basuras», aunque cree que siempre se puede hacer más. Una asignatura pendiente en este aspecto es el cumplimiento de las normas urbanísticas. A juicio de Boxberger, «existen demasiadas obras ilegales en las islas y se debería intervenir más en prohibirlas».

Un dato curioso es que el cónsul recibe sugerencias de residentes y turistas respecto a que la información sobre los monumentos históricos en la isla debería estar escrita «no sólo en catalán sino en castellano». Ekkehardt Boxberger explica que «hay residentes que hacen excursiones y solo ven letras en catalán que no entienden, por eso sugieren que se rotule también en castellano». La gran cantidad de accidentes de tráfico que hay en las islas, muchas veces con consecuencias mortales, también inquietan. «Demasiados conductores que no respetan las normas», dice.