Al grito, apoyado por el megáfono, de: «Conductor, 108.000 pesetas, señores. Camillero, 89.000 pesetas, pasen y vean los precios más bajos del mercado», comenzó ayer la concentración de protesta por las condiciones laborales y salariales de los trabajadores de las uniones temporales de empresas (filiales de Dragados y Galeno) que realizan el transporte sanitario terrestre y que emplean en Eivissa a unas 35 personas «descontentas». Juan Manuel Pérez, representante de los trabajadores de Eivissa, leyó un comunicado en el que recalcó que sus reivindicaciones se centran en exigir que la empresa negocie «realmente» un convenio laboral que se equipare al que ya disfrutan sus compañeros de Catalunya y en que mejoren los cuatro centros de trabajo, que, aseguran, «incumplen todas las normativas de seguridad e higiene en el trabajo». Precisamente por esta última cuestión han presentado una denuncia ante la Inspección laboral y Seguridad Social de Balears.

Los trabajadores llevan tres reuniones con la empresa «y, a falta de otras dos en abril, se intuye una clara postura por parte de las 'utes' de no negociar el nuevo convenio». Si las cosas continúan estancadas como hasta ahora habrá huelga el próximo 2 de mayo. El representante insistió en que desde la adjudicación del nuevo servicio (para todo Balears), en noviembre del año pasado, ninguna de las cuatro bases en las Pitiüses cumple con la Ley de riesgos laborales ya que la empresa se ha limitado «a cumplir con lo que había con el contrato con el IB-Salut» aunque «no todo» ya que carecen de airbags y GPS en las ambulancias

Afirman que trabajan turnos de 12 horas y que no se pueden asear, a pesar de que al atender casos de accidentes se manchan de sangre, de vómitos y otros. La base de Can Misses funciona a la vez como almacén de oxígeno, «lo que es un peligro en potencia». Además, las horas extras se pagan como horas de presencia, a menos de seis euros.