Fue en una revisión de pediatría cuando a la niña, de 15 meses, se le detectó que algo no iba bien. «El médico nos dijo nada más entrar a la consulta que la niña tenía anemia», recuerda Mª Luz Castellano. Isabel, de 27 meses, se recupera en Sant Jordi de la leucemia que le diagnosticaron días después de aquella revisión. Sus padres, Ramón Soriano y Mª Luz Castellano, relatan cómo ha sido el tratamiento durante cinco meses y medio en el hospital Son Dureta de Palma, sin problemas y con mucha receptividad, y la falta de medios existentes en Eivissa ante los niños oncológicos.

La noticia de la enfermedad fue como un zarpazo: «Tu mundo se te cae y lo darías todo por ella». Desde entonces, la pareja no se ha separado de su hija que ha remontado la enfermedad con quimioterapia. Mª Luz se deshace en elogios con el equipo humano de la planta de pediatría del hospital Son Dureta, especialmente a las doctoras Nieves Nieto y Mercedes Guibelalde. Sin embargo, el precio de la insularidad es un coste que están pagando. Ramón y Mª Luz se desplazaron a Palma con su hija. El IB-Salut sólo se encarga del coste de los viajes de la madre y su hija. Sin embargo, Ramón se paga de su bolsillo los billetes. Con el trabajo han tenido más suerte, ya que Ramón es copropietario de un negocio de hostelería junto a su hermano.

Sin embargo, si Isabel disminuye sus defensas han de recurrir a la sanidad en Eivissa. A finales de junio tuvieron que ir a Can Misses para una analítica. «La niña no podía estar en la sala de espera porque tenía las defensas muy bajas y estuvimos 20 minutos al sol». El personal sanitario reaccionó y la niña fue trasladada a un lugar acondicionado. Sin embargo, el temor siempre acecha. «En Eivissa no están muy familiarizados con niños oncológicos, pero lo que no entiendo que no haya preparado nada para que les puedan atender, aunque haya cinco casos. Tenemos miedo por si le pasa algo y no hay nada».