Un grupo de inmigrantes uruguayos ha impulsado la creación en Eivissa de la Asociación Cultural de Residentes Uruguayos para dar apoyo a este colectivo. «Queremos impulsar la solidaridad entre nosotros y ofrecer información a los recién llegados», relató ayer Carmen Barca, la presidenta de la Asociación Cultural de Residentes, que llegó a Eivissa en el año 2000 con su marido y sus hijos. Barca trabaja en una guardería y da clases de expresión plástica a niños. «La inserción fue rápida, pero eso no quiere decir que fuera dura», relata.

Junto a Carmen Barca se encuentra Alda Yurramendi, secretaria, y Alfredo Souza, tesorero. El motivo de la salida de su país ha sido por motivos económicos. Esta no ha sido la primera migración que ha sufrido este país. En los años 70 sufrieron otra, pero fue por motivos políticos a consecuencia de un golpe de Estado de los militares. Yurramendi, la secretaria del colectivo, decidió salir entonces del país y ahora ha vuelto a hacerlo, pero por otras razones. A través de la asociación se pretende «seguir manteniendo las costumbres y la tradición», apostilla Barca.

Otro de los objetivos de este colectivo es ayudar a sus compatriotas que vienen de su país: «No tienen sus profesiones homologadas y les ayudamos a reciclarse y a trabajar en la inserción laboral del inmigrante uruguayo». La asociación reunió a unas 35 personas en la presentación que realizó el 1 de marzo en el salón de los sindicatos. Uruguay es un país donde la población no llega a los cuatro millones de habitantes. «Resulta llamativo que haya tantos uruguayos en el mundo», confiesan.