El polideportivo de Es Cubells acogió ayer por la noche una de las originales clases que imparte Eric de Bont, creador de la Bont's International Clownschool. En esta ocasión la lección no se limitó tan sólo a la relación entre profesor y alumnos, sino que se abrieron las puertas a todo aquel que quiso acercarse para comprobar, in situ, cómo transcurren estas clases para aprender a ser payaso, bufón, clown, o todo en uno.

Un total de 14 alumnos mostraron al público algunas de sus mejores improvisaciones, aprendidas después de muchas horas en las que han asumido que hay que reírse de sí mismos. Con el espectáculo de ayer finalizó el último curso impartido por Eric de Bont, que ha tenido un mes de duración y en el que, como siempre, han participado alumnos llegados desde los rincones más remotos del planetas. «Hay alumnos de Argentina o Brasil», confirmaba el profesor. La mayoría de las veces, cuando uno de estos seminarios toca a su fin, el grupo prepara un espectáculo abierto al público en el que los pupilos presentan sus trabajos de fin de curso. Pero esta vez no ha podido ser así porque, como explicó Eric de Bont, «un mes no es tiempo suficiente, por eso hacemos improvisaciones».

De Bont no descansará ya que el domingo comenzará de nuevo con las clases y recibirá a un nuevo grupo de aprendices de clowns. Éstos realizarán el primer curso de cuatro meses de duración que se organiza en esta escuela. «Empezaremos con las lecciones de clown que durarán dos meses, después nos centraremos dos semanas en aprender a ser buenos bufones y de nuevo dedicaremos cuatro semanas a hacer improvisación de clowns», explicó Eric de Bont.
Con tan sólo su cuerpo, unos trapos viejos y mucho desparpajo, los nuevos payasos consiguieron ayer que se oyeran muchas risas.
R.D.