C. A. / E.R.
«Voy a llevar a cabo las acciones legales por estas irregularidades, para que se me reconozca mi derecho a presentarme en primarias», dijo ayer David Arracó, que ha sido suspendido de militancia en Els Verds durante tres meses. Su decisión de presentarse a las primarias y, sobre todo, su acercamiento al Pacte es, a su juicio, el motivo de esta sanción. «Si accedo a una institución, mi idea es reconducir la política de Els Verds hacía el Pacte», dijo.

Arracó es miembro de la junta directiva de Els Verds y responsable del área de Interior desde 2001. «He aparecido en ruedas de prensa junto a Ramón Mayol y Joan Buades», precisa. Arracó decidió presentarse a las primarias, un procedimiento interno del partido para elegir a los candidatos a estas elecciones, y, como mandan los estatutos, presentó cinco avales de compromisarios por cada institución a la que quería aspirar. «Después se modificó el reglamento y de esos cinco, tres tenían que se militantes del partido de más de dos años. Me dieron cuatro horas para presentarlos», recuerda en alusión a la junta directiva del pasado 24 de febrero. Sin embargo, la decisión de presentar su candidatura supuso «un ataque de cuatro miembros de la junta directiva y se decidió de manera cautelar la suspensión de militancia de tres años, sin ser ratificada por la comisión de arbitraje y la asamblea general, por el miedo a que yo les gane en las primarias». Precisamente Arracó es uno de los que han elaborado el reglamento de la comisión, «que no está formada porque Buades no quiere».

Este militante suspendido de afiliación temporalmente considera que la actuación de Els Verds «es un ataque a mis derechos cívicos y políticos». Además de la modificación y ampliación de los estatutos sin haber pasado por la asamblea general . Arracó, acompañado de una de las compromisarias que avaló su candidatura, Juana López, esta dispuesto a olvidar los ataques recibidos y las acciones legales «si se me admite en las primarias». El dirigente de Els Verds, Ramón Mayol, indicó ayer que se le ha apartado para «garantizar la buena convivencia del grupo»: «No quiero decir nada más por dignidad hacia su persona».