Ya son seis las sentencias dadas a conocer hasta el momento que respaldan la actuación del Consell cuando aprobó la norma territorial cautelar.

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La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) desestimó el pasado 31 de enero el recurso presentado hace dos años por la compañía Gas y Electricidad S. A. (Gesa) contra la norma territorial cautelar aprobada por el Consell el 27 de octubre de 2000. En la sentencia, contra la que no procede recurso ordinario, el TSJ considera «adecuados al ordenamiento jurídico» todos los actos administrativos que Gesa impugnó.

La Sala también niega que la obligación de soterrar tendidos carezca de «motivación», y que la institución obrara «de forma arbitraria, susceptible de anulación». Y como en las cinco sentencias previas del mismo tribunal que dan la razón al Consell, se advierte que «no es admisible decir que [la institución] ha vulnerado competencias municipales».

Uno de los aspectos más significativos de la sentencia es que justifica y considera aceptable que la moratoria suspendiera los tendidos eléctricos en suelo rústico y obligara a soterrarlos hasta que el Plan Territorial Insular (PTI) detalle qué se puede hacer en esas superficies. La norma territorial se limita a «dictar una medida cautelar suspensiva tendente a asegurar la efectividad» del futuro PTI, se dice en el texto.

El tribunal también rechaza los argumentos de Gesa respecto a que el Consell carecía de potestad para establecer con libertad las características de las redes y conducciones eléctricas. En la sentencia se afirma que en realidad no se regula «de modo alguno» esas condiciones de las redes «sino que se limita a suspender cautelarmente el otorgamiento o la eficacia del interés general o social en determinadas» líneas para así asegurar la «efectividad» del instrumento de ordenación territorial en proyecto: «En consecuencia, la competencia del Consell para dictar la medida cuestionada es innegable», subraya el TSJ

Hasta el momento, el TSJ ha rechazado los recursos presentados por la sociedad anónima Wallis 21 (con intereses en la urbanización de es Pouet), los ayuntamientos de Santa Eulària y de Sant Antoni (ambos regidos por el Partido Popular), los seis consellers del grupo popular del Consell y la sociedad Puig Gross S. A. La presidenta del Consell, Pilar Costa, pidió la pasada semana al PP que depure responsabilidades entre aquellos que hace tres años acusaron al Pacte de prevaricar por aprobar la norma territorial cautelar. En el PP estudian si recurrirán las sentencias que les incumben.