En el pecho, en las manos, en la frente, en las mejillas, pero
sobre todo en la voz de las 15.000 personas que acudieron ayer a la
manifestación hubo un rotundo «No a la guerra». Ni la lluvia que
apareció con fuerza a la media hora del arranque de la marcha pudo
con los manifestantes, entre los que había desde niños en carrito
hasta abuelos. Todos se preguntaban qué hubiese pasado si llega a
ser un día despejado. Probablemente todavía más participación.
«Esta manifestación va a ser histórica, aunque menos que la de Cala
d'Hort», comentaba uno de los anóminos ciudadanos que se quedó
corto en su apreciación porque en aquella ocasión el Gen reunió a
11.000 personas en contra de los abusos urbanísticos en las
islas.
Todos los colectivos participantes y los particulares gritaron
el lema o lo lucieron en forma de pancarta o pegatina. Encabezaba
la manifestación una pancarta con el lema: «Paremos el negocio de
la guerra. Irak es la excusa». Las había más elaboradas y más
sencillas. Entre estas últimas la que portaba una niña pequeña
hecha con un palo y una cartulina blanca. En letras azules: «La
vida vale más que el petróleo», quizás la verdad más grande de
todas las que se escucharon ayer.
Más pacíficas unas y más guerrilleras, otras, como «Aznar te
manipula y Bush te U.S.A», «Aznar no es España» o «Bush capullo, el
mundo no es tuyo». Y es que la postura del presidente del Gobierno
español, de clara apuesta por la estrategia de su homónimo
estadounidense, le valió fuertes insultos entre los que el más
suave fue «lameculos (sic) de Bush».
Otra de las pancartas que sorprendieron fue la que rezaba: «Las
prostitutas y mujeres de vida alegre de España declaramos que Aznar
no es hijo nuestro»
Música de toda clase, desde ibicenca a tribal, pasando por un
radiocasette rockero, pusieron un poco más de animación en la
marcha. Entre los manifestantes había una buena representación de
ciudadanos de religión musulmana, en su mayoría magrebíes, que
corearon las consignas con fuerza. La multitud hace difícil
confirmarlo al cien por ciento pero no hubo presencia de ninguna
cara visible del Partido Popular ibicenco.
Entre los representante de partidos o agrupaciones de la
sociedad pitiusa estaba la presidenta del Consell, Pilar Costa; el
vicepresidente del Consell, Vicent Tur; la consellera Fanny Tur; el
alcalde de Eivissa, Xico Tarrés; prácticamente todos los concejales
del Pacte; Toni Pomar e Isabel Delgado, de la FAPA; artistas como
Paco Romero e incluso los actores que ayer por la noche
participaban en la obra de teatro «El uno y el otro»: Adolfo
Fernández y Rafael Martín, que trasladaban de este modo el
movimiento general de estos profesionales en contra de la
guerra.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.