Redacción Local16/02/03 0:00
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La Associació d'Empresaris de Comerç de Sant Antoni reclama la instalación de video-vigilancia en los lugares «de contrastada conflictividad», como el West End, el Passeig de la Mar o ses Variades, así como la creación de puestos permanentes de Guardia Civil y Policía Local en el interior del casco urbano de la localidad.

En el transcurso de la última asamblea general la asociación empresarial hizo un repaso a las principales preocupaciones de sus asociados y determinó que «desgraciadamente no se ha resuelto ninguno de los problemas» que se vienen arrastrando en los últimos años, entre los que destacan, por supuesto, la inseguridad ciudadana, que se traduce en un «incremento espectacular» de robos en tiendas, carteristas o venta de droga en plena calle.

Asimismo, denuncian que la venta ambulante se ha convertido para ellos en algo «que va en aumento y sin vías de solución». «Afecta muy negativamente al comerciante y a la mala imagen [de Sant Antoni] como destino turístico», por lo que exigen «que se erradique esa práctica ilegal» y que se instalen vallas informativas «que informen de la prohibición de hacer venta ambulante», según recogen en una nota de prensa.

Otro de los puntos destacados fue la reclamación de que se eliminen las barreras arquitectónicas. «Es tercermundista que en un municipio turístico como el nuestro no podamos circular como peatones por la mayoría de aceras de esta localidad», remarcan. Por ejemplo, piden que sean retiradas todas las cabinas telefónicas de las aceras que interrumpan el paso de peatones, sillas de minusválidos y cochitos de bebé. También habría que quitar las farolas, postes de Gesa y Telefónica que molesten al viandante y en general adaptar la localidad a la normativa europea en relación a este tipo de obstáculos.

En el apartado de limpieza, la Associació d'Empresaris de Comerç señala que «deja mucho que desear», sobre todo con los residuos que provocan los locales de comida rápida y las bodegas abiertas las 24 horas del día. Por ese motivo reclaman «una nueva ordenanza municipal que contemple a los locales anteriormente citados, por ser locales que ensucian muchísimo más que un restaurante normal», una reorganización de los horarios de recogida y que la limpieza viaria se realice antes de la apertura de los comercios de la localidad.